miércoles, 11 de diciembre de 2013

La importancia de la obra de Ivan Pavlov para la psicología.

A partir del recorrido que hemos hecho alrededor de la obra de Pavlov durante el desarrollo de esta asignatura Psicología Organizacional, sería extremadamente simplista y erróneo pensar que su importancia radica en ser sólo el antecedente del conductismo, más allá de esto, demarcó los pasos de la psicología científica en el siglo XX. Como Gondra (1989) dice, sería incorrecto identificar o siquiera subordinar el conductismo a la reflexología sin más ni más. Para Gondra, ambas psicologías son muy distintas, tanto en lo que respecta a sus contextos históricos como a sus contenidos específicos. 
Aun coincidiendo plenamente en la meta de la objetividad y el rechazo al método introspeccionista, siguieron rutas distintas y discreparon en puntos importantes, tales como el de las relaciones de la psicología con la fisiología, o el de la importancia del sistema nervioso central.
Tal vez, haríamos justicia si enumeramos algunos de los aportes de Pavlov para la psicología. Por ejemplo, el reconocer que ha arrojado luz sobre los mecanismos del aprendizaje y de la formación de hábitos, estimuló numerosas investigaciones acerca del problema de la motivación y condujo a una ingeniosa teoría explicativa del antiquísimo problema del sueño. Además, Pavlov y sus discípulos lograron producir estados mentales anormales en animales, afines a esos padecimientos tan comunes llamados neurosis, de los que muchos médicos y sociólogos piensan que son, en parte, un producto derivado de la intensa y compleja vida en nuestra civilización. (ver Garret, 1958).
Sin embargo, considero que para rescatar el valor real de la obra de Pavlov debemos clasificar su importante influencia para la psicología de la siguiente forma:
1. El principio del condicionamiento o fórmula E-R que define un tipo de conducta en la cual la respuesta susceptible de observación sigue inmediatamente al estímulo también observable. Dicha fórmula constituyó la piedra angular de la psicología del siglo XX y encierra en sí misma un principio explicativo fundamental; que incluye la conducta global de los animales situados en los tramos inferiores de la escala evolutiva y parte de la conducta más vital de los animales superiores, incluso el hombre (Ver Hebb, 1968).
Ahora bien, esta teoría omitió pensamiento, inteligencia, discernimiento y expectación -es decir, toda actividad mental de la que actualmente se piensa en términos de proceso mediador-  y, por lo tanto, debemos considerarla incompleta; sin embargo, constituyó una valiosísima adquisición, ya que explicó mucho de lo no explicado hasta entonces, y aún más interesante, condujo a nuevos e importantes problemas experimentales.
2. La técnica del condicionamiento que, en manos de los psicólogos, se convirtió en uno de los más poderosos instrumentos de investigación (Barratt, 1970).
3. El aporte metodológico de su obra, que se puede resumir así:
- Su filosofía positivista -es decir mecanicista y materialista- ubicó a la psicología a partir del caos del introspeccionismo.
- La objetividad. Los experimentos llevados a cabo se restringían a lo observable y se creaban para establecer relaciones funcionales entre dimensiones observables de respuestas y variaciones en las condiciones de estimulación.
- Los experimentos de Pavlov subrayan la necesidad de controlar las condiciones experimentales.
- A diferencia de la psicología mentalista, el objetivismo de Pavlov permitió un alto grado de cuantificación. Los procedimientos exactos y comunes de medida son un signo del estado de desarrollo de una ciencia.
- Pavlov estableció la relación entre método y teoría que sería el foco principal de los conductistas posteriores. Lo importante es que Pavlov reconoció la necesidad de que teoría y experimento marchasen de la mano, cada uno contribuyendo al refinamiento progresivo del otro (Barratt, 1970).
Con estas apreciaciones finalizamos esta síntesis de la vida y obra de Pavlov, un “purificador” -si se permite utilizar el adjetivo- de tanto mentalismo y subjetivismo que atascaban el desarrollo de lo que posteriormente se erigió como la psicología objetiva y científica del siglo XX.

Para terminar, quiero referir algunas palabras de Pavlov sobre el futuro de la ciencia, tomadas de la obra de Asratián (1949): “Está llegando y llegará, se llevará a cabo, la aproximación inevitable y natural, y finalmente, la fusión, de lo psicológico con lo fisiológico, de lo subjetivo con lo objetivo, se decidirá la cuestión efectiva que durante tanto tiempo ha atormentado el pensamiento humano. Y todo lo que sea, en adelante favorecer esta fusión, constituye la gran tarea del próximo futuro de la Ciencia”. 

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